Por Adela Garduño Reyes.
Hace algunos días, en un ambiente por demás raro, extraño, sombrío y rodeado de crítica religiosa (por decir lo menos), fuimos testigos de cómo los estrategas políticos de “alto nivel” de la Coalición Juntos Haremos Historia (la cual conforman los partidos MORENA-PES-PT) nos ofrecieron un video musical titulado “Niña bien” en donde caracterizan a un chica veinteañera de clase media alta que cantando nos cuenta que va a votar por “ya sabes quién”.
Ayer, en el transcurso de la mañana, salió otro video musical de campaña. Este se titula “Chavo Chaka” y en este ahora nos cuenta un caracterizado como chico de barrio, que en la canción afirma ser de Tultitlán, Estado de México, que va a votar por el PAN.
Se preguntarán ustedes, ¿y por qué son relevantes estos videos como para escribir todo un artículo de opinión sobre ellos? Pues bien, en ambos videos se hace mofa y burla de la religión católica lo que me parece, como estrategia política, algo equivocado. Aparte de que genera estigma, división dentro de la sociedad mexicana y reproduce el sectarismo al dar por hecho (aún sin decirlo) que los “chavos chakas” o las “niñas bien” votan por tal o cual partido cuando lo que se debe de hacer es abonar a la unidad respetando las preferencias de cualquier clase social y zona geográfica del país.
En el primer video musical mencionado se escenifica un baile en una capilla (presuntamente en Zapopan, Jalisco), en donde un actor caracterizado total y debidamente como párroco y un grupo de bailarines – incluida la “niña bien” –, bailan al ritmo de reggaetón en el área previa al altar de esa capilla católica con acólitos bailando melodiosamente en el altar mismo.
En el segundo video musical mencionado (el del “Chavo Chaka”) al momento de los coros de la canción, un grupo de bailarinas caracterizadas con una especie de disfraz que recuerdan total y plenamente la imagen San Judas Tadeo, con una máscara exageradamente grande con el rostro de mencionado santo, bailan al ritmo de cumbia con movimientos sugerentes primero en un camión urbano y después en un estacionamiento.
Dos videos que plenamente podemos identificar como propaganda partidista a favor de los candidatos Anaya y López. Aunque aún ningún partido haya aceptado la responsabilidad de su realización, al final lo que pretenden estos videos musicales es ganar adeptos para Anaya o López por la controversia generada a partir de la burla a esta religión. Misma que, dicho sea de paso, es la mayoritaria en México.
Es burdo, es pueril, es incorrecto burlarse de cualquier fe. Recordemos que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (PMRN) está aliado con el partido evangélico Encuentro Social (PES) por lo que en nada caerían en raro que estos últimos quisiesen manifestarse a través de la realización y difusión de este video musical en contra de sus rivales o enemigos religiosos: la fe católica.
Por el otro lado, el PAN pertenece a la coalición Por México al Frente y en nada caerían en raro que quisiesen ganar aquellos adeptos que otrora tuvieron en Tultitlán, Estado de México, mediante este tema musical.
Quienes en sus raíces llevaron el catolicismo dentro de sus valores más arraigados (me refiero a los panistas), ahora con su coalición digna de una creación del Dr. Frankenstein, se suavizan permitiendo la burla hacia la fe que muchas personas tienen por San Judas Tadeo.
Es interesante pensar cómo reaccionará al catolicismo mexicano ante esta tipo de propaganda. Es preocupante que los “estrategas políticos de alto nivel” hayan ideado la burla de la fe mayoritaria en México.
Dentro de lo rescatable de la situación es que aún quedan, por lo menos, otros dos candidatos que van a aparecer en la boleta de Presidente de la República, cuyos valores parece se mantienen intactos desde antes de la campaña y nunca han variado por unirse a tal o cual partido. Al contrario, se fortalecen.
Debemos hacer un análisis detallado del comportamiento de las coaliciones esta campaña.
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