El caso Skripal: ¿Una nueva "guerra fría"?

El rincón colombiano

Por Juan Carlos Castaño Rodríguez

El caso Skripal: ¿Una nueva “guerra fría”?

Serguéi Skripal durante una audiencia en el tribunal militar de Moscú en 2006. EFE

Recientemente, las relaciones entre Rusia y Reino Unido han estado tensas desde el incidente del 04 de marzo que ha dado mucho de qué hablar. En aquella fecha, el ex agente doble de inteligencia Serguéi Skripal (66 años) y su hija Yulia (33 años), fueron envenenados en un parque de la localidad inglesa Salisbury con un gas nervioso de origen soviético que recibe el nombre de Novichock; el químico ruso Vil Mirzayanov fue quien desarrolló el arma química. Skripal vivía refugiado en Inglaterra. Este caso recuerda al de Alexander Litvinenko, ex agente de inteligencia ruso que un primero de noviembre de 2006 ingirió polonio 210, sustancia que venía en un té. Dicho incidente ocurrió en el bar del hotel Millennium, ubicado en Londres. Veintidós días después, Litvinenko falleció. Se dice que el recién reelecto presidente ruso Vladímir Putin dio el visto bueno a quienes cometieron el crimen, sin embargo, éste mismo ha negado su participación en tal asunto.

Un atentado hacia Skripal no se veía desde los tiempos de la “guerra fría”, momento en que hubo relaciones tensas entre la antigua Unión Soviética y países del bloque occidental. Actualmente, las tensiones entre los países debido a las operaciones cruzadas de espionaje y las constantes polémicas de sus servicios secretos han hecho pensar a analistas en una eventual nueva “guerra fría”, según se informa en editorial del 17 de marzo de 2018 en el periódico El Nuevo Siglo. Otros analistas aseguran que esa “guerra” nunca se acabó y mucho menos con la caída del régimen soviético. Por su parte, Estados Unidos conserva el espíritu de los tiempos de la “guerra fría” entre sus servicios secretos, hecho evidente en la frecuente alerta que mantienen frente a sus nuevos y viejos rivales. Muestra de esto es la desacertada gestión del actual gobierno estadounidense y sus continuos avatares. Nunca en la historia del país norteamericano se veía tal problema. Servicios de inteligencia y contrainteligencia de las potencias se mantienen en alerta en estos tiempos de guerras físicas y la pugna por el dominio del ciberespacio. Las guerras del ciberespacio al parecer serán las guerras del futuro por el hecho de que Rusia y Occidente (Estados Unidos y la Unión Europea) luchan por el predominio en el mundo virtual de sus intereses. Un caso de años recientes y muy notorio es el de “Wikileaks”, donde se han hecho acusaciones al gobierno ruso por el intento de irrumpir en la red de tráfico de información y contenidos del bloque occidental.

Hoy por hoy vemos una fuerte lucha política y diplomática entre Rusia y Reino Unido debido a las acusaciones mutuas de espionaje y la cosa se ha sentido más fuerte desde el caso de Skripal. Cabe recordar que éste ex espía fue reclutado por el gobierno británico en la década de 1990 para obtener información clasificada y brindársela a Occidente. El intento de asesinato hacia Skripal por parte de agentes rusos fue realmente una agresión contra el Reino Unido y su soberanía, entonces se tomaron medidas drásticas por parte del gobierno de Theresa May, quien ordenó la expulsión de 23 funcionarios rusos que estaban en Londres. Las cosas empeoraron cuando se supo de la muerte de otro refugiado ruso en Londres, Nikolai Glushkov, acusado por varios escándalos financieros en su país y que se presume la orden de su muerte fue dada por Putin. Las tensiones se siguieron sintiendo, hasta el punto de que hubo un boicot de parte del gobierno de May, quien se negó a enviar una delegación oficial para el próximo mundial de fútbol en Rusia, al igual que la familia real desistió de asistir al evento deportivo. Sin embargo, la selección de Inglaterra sí estará presente durante el mundial. Esto resulta un absurdo, pues política y fútbol siempre han sido agua y aceite.

La “guerra fría” siempre ha sido un proceso constante, solamente que después de que la Unión Soviética llegó a su fin, ha adoptado nuevos matices. Estamos en una nueva “guerra fría” y se vive a través de las nuevas tecnologías. Nunca se sabe hasta qué punto nuestra información o lo que compartimos sea tan privado, o en qué momento podemos ser censurados. Amanecerá y veremos.