Adela Garduño Reyes.
Tomándole el pulso al proceso electoral que vivimos en México: está muy acelerado, con presión altísima y casi al borde de un derrame.
Si es, de por sí, preocupante que la sociedad (y uno que otro bot) en redes sociales se exprese con tan poco tacto, con tan poca diplomacia, con más rabia y “malavibra” que el canino contagiado, es aún más preocupante que los patrones (utilizando términos hacendarios, o empresarios mexicanos) despidan a un trabajador por el simple hecho de expresarse mediante un meme con el afán solamente de establecer un hecho verificable.
Sí, me refiero a Ricardo Alemán quien en días pasados publicó en su cuenta de Twitter una imagen en donde se leía “A John Lennon lo mató un fan. A Versace lo mató un fan. A Selena la mató un fan. A ver a qué hora, chairos” y por ello le fue terminada su relación laboral con Televisa y con Canal Once.
Lo grave aquí para nada son las televisoras mencionadas (como él mismo lo expresó en una entrevista, tiene más de 60 patrones) lo grave es el sentimentalismo rabioso con el que tomó su twitt. Inmediatamente publicada mencionada expresión le llovieron réplicas reclamando una supuesta apología al delito.
Alemán, como muchas y muchos, es un reportero que trabaja para diversos medios de comunicación, entre ellos Televisa y Canal Once. Sin embargo es, digámoslo así, un alma libre. Escribe sin miedo sobre sus opiniones personales sobre este o aquel político o esta o aquella figura pública. Es asertivo, documentado. Realiza sus críticas siempre con estricto respeto a su derecho de libertad de expresión garantizado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Aun así se le satanizó, casi casi se le crucifica a no ser porque por internet no se puede. Ni lapidar porque por sus expresiones bien hubieran querido muchas personas. Bueno con decirles que hasta la página sinembargo.mx lo acusó de haber hecho un llamado a asesinar al mismísimo MALO (o AMLO, o cómo se escriba) cuando en su twitt jamás hace mención del nombre del mismo.
Es bien curioso ver como los ánimos electorales están tan agitados en redes sociales que por la expresión “chairos” deducen automáticamente que se refieren a quienes simpatizan con López. Es curioso, peculiar y equivocado. Lo único que demostraron tanto Televisa y Canal Once como los amlovers en redes sociales es que están equivocados al pretender coartar la libertad de expresión de alguien que ni siquiera, como pretenden evidenciar, ha declarado ser partidario de que asesinen a López. No está escrito, jamás expresado, no existe tal apología del delito.
Lamentablemente, como ocurre en los sucesos de mayor efervescencia política, la izquierda y la derecha se unen. Empresarios y chairos siendo uno solo. Eso que tanto atacan, la clase empresarial capitalista depredadora y voraz, termina siendo su mejor aliado. ¿Coincidencia? Para nada. En la Alemania Nazi pasó con las consecuencias que todos sabemos y la intolerancia reina en una parte de la población que piensa que por estar en contra de todo y de todos quienes estén en contra de su Führer deben ser exterminados.
La intolerancia amlovista, además también, ya la expresó Taibo al mencionar que se deberían expropiar aquellas empresas que, de ganar López, estén en desacuerdo con sus designios.
Es peligroso y debe parar.

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