viernes, 23 de febrero de 2018

Vandalismo, comercio y testaferrato

El rincón colombiano

Por Juan Carlos Castaño Rodríguez

Durante la semana presente ocurrieron actos de vandalismo ocasionados a diferentes establecimientos comerciales en varios municipios colombianos. A esto se le suma el hecho de que tres hermanos, propietarios de dichos establecimientos, fueron señalados de ocultar propiedades de las FARC cuando fueron grupo armado ilegal. ¿El vandalismo, comercio y testaferrato qué conexión tienen en esta oportunidad?

Días atrás, cadenas de supermercados fueron saqueadas en varios municipios de los departamentos de Tolima y Cundinamarca. En el caso de Bogotá, los barrios afectados fueron Santa Librada y Lucero. Los establecimientos afectados fueron mercados que llevan los nombres de Supercundi, Merkandrea y Mercafusa, propiedad de los hermanos Edna, Norberto y Uriel Mora Urrea, quienes fueron señalados por la Fiscalía General de la Nación como presuntos testaferros de las FARC hace varios años. Se les acusó de ocultar propiedades del antiguo grupo insurgente mediante tres argumentos: 1. La contabilidad llevada por los tres hermanos no sustentaba sus ingresos. 2. Incremento patrimonial y 3. Testimonios que evidencian los presuntos vínculos que tenían los hermanos con los frentes 51 y 53 de las FARC por medio de Henry Castellanos Garzón, alias «Romaña».

Los tres hermanos fueron enviados a la cárcel por parte del juez 16 de garantías en los juzgados de Paloquemao y éste reveló que Norberto Mora Urrea poseía un capital entre 2004 y 2017 que superaba los 20.000 millones de pesos; Edna Janeth Mora Urrea poseía 283 millones de pesos y Uriel Mora Urrea poseía más de 5.000 millones de pesos. Todos estos montos no estaban sustentados en sus ingresos, según el juez. Los tres hermanos, apodados como los «Jinetes del ahorro», fueron acusados de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, y los mercados de su propiedad fueron fachada para estas actividades ilegales. También se señaló que Norberto era el principal vínculo con las FARC, incluso llegó a pedir que se vincularan más familiares suyos al negocio. Los dineros que obtuvieron provenían de extorsiones, secuestros y las llamadas pescas milagrosas, razón por la cual se dictó medida de aseguramiento a los hermanos. Entre otras propiedades que se cuentan de los hermanos, figuran casas de recreo en los llanos, semovientes y sociedades comerciales en 23 municipios ubicados en seis departamentos del país, incluso un hospital, fincas y bienes en otros países como Ecuador y Panamá.

La investigación a los hermanos Mora Urrea ya venía desde 2007 y la llevaba el antiguo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entonces la Fiscalía la llevó al juez 16 de garantías. Tres disidentes de las FARC, Luis Alberto Grajales, Tifer Quiroga Vargas y Wilson Rivas Bonilla, prestaron testimonio de los presuntos nexos de los hermanos con los frentes 51 y 53. La tesis de la Fiscalía fue que «Romaña» enviaba el dinero a los establecimientos comerciales para darles apariencia «legal». La declaración de Grajales apuntó a que «Romaña» guardaba una estrecha relación con José Manuel Sierra, «El Zarzo Aldinever». La Fiscalía explicó que a Norberto se le habían dejado varias fincas, sin embargo, cuando le preguntaron qué propiedades administraba, respondió que los Supermercados Supercundi, Supermercados Mercacundi y Supermercados Mercacentro, ubicados en Pereira, Armenia, Ibagué, Fusagasugá y Bogotá. Quiroga Vargas dijo que Noberto Mora Urrea estuvo presente en los lugares donde operaba el frente dirigido por «Romaña». Por su parte, Rivas Bonilla explicó que conoció a gente vinculada con la guerrilla, es decir, milicianos y testaferros del Sumapaz, Une, Cáqueza, Fómeque y Nazaret, quienes transportaban alimentos, material bélico y dinero. Entre ellos se encontraban los hermanos Mora Urrea.

Exguerrilleros acusaron a la Fiscalía General del incidente de los supermercados como una cortina de humo. Por su parte, el consejo político del partido político FARC aseguró que no hay nexos con la red de los tres supermercados. Incluso el mismo «Romaña» negó conocer a los hermanos Mora Urrea y criticó los testimonios que presentó el ente acusador. Los hermanos Mora Urrea negaron la red de testaferrato. Dado el caso de que se compruebe el ocultamiento de bienes, varios miembros de las FARC perderían los beneficios que tienen frente a la Justicia Especial para la Paz (JEP).

Causa curiosidad que días antes de la acusación a los testaferros de las FARC, varios de los supermercados fueran saqueados. ¿Si hubiera sido al contrario que pasaría? Tal vez viceversa. Tarde o temprano los mercados iban a ser saqueados, sólo que viene la cuestión por quiénes están detrás de los actos vandálicos. ¿Una maniobra política? ¿Quizá fueron personas vinculadas con los mismos testaferros? No se sabe con certeza. 

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